Sin perder el rumbo...

Reconozco que cuando el carnaval pasa, ya no soy el mismo que hace unos años. Por aquel entonces, el Dios Momo me poseía y tenía la tremenda necesidad de consumir y escuchar todo cuanto podía. Ahora sin embargo, me gusta desconectar pronto. Disfrutar unos días de la comparsa, de la experiencia pasada, de los momentos buenos y también de los difíciles. Ver algún vídeo, escuchar algo... pero poco. Y desconectar.

Pasados un par de meses retomo el pulso. Dejo atrás las vacaciones para darle forma al 2012. Se quedaron en el tiempo, las preguntas indiscretas y las curiosas... las verdaderas y las escépticas... las que te hacen los que sabes que estarán esperando con ganas una nueva comparsa y las de quienes esperan el traspiés para sacar a los leones. Como aprendí a desconectar, por eso ante todas ellas me muestro escurridizo. Aprendí a no hablar por hablar. Quizás sea un secreto para llegar fresco al inicio del curso carnavalero que comienza ahora para un autor. Sin influencias y con la presión justa. La maquinaria se pone en marcha. Siguen quedando retos por alcanzar. Los autores debemos emplear todos los medios de los que disponemos para transmitir nuestros mensajes y por eso, hay que exprimir al máximo nuestras posibilidades. Otra cosa es que el tiempo le corte las alas a la imaginación. Yo tengo mis objetivos. También una deuda que saldar.

El verano aprieta, la calor aparece. La borrachera queda en el recuerdo de unas noches compartidas con aquellos a los que tanto quieres, un puñado de fotos, un disfraz en el armario y la felicidad de saber que tanto trabajo tiene siempre su justa recompensa y no hablo de un trofeo en una vitrina...

"Cuando buscamos el tesoro, nos damos cuenta de que el camino es el propio tesoro" (El Alqumista de Paulo Coelho)

Un borracho no debe perder el rumbo. Aunque la borrachera sea grande. Amigos, espero de verdad que la resaca la estéis durmiendo bien, porque hay que seguir trabajando al 100%. Hay mucho que hacer.... Juntos claro está.